¡Oh oscura beldad de palidez radiante!
Desprecias a tu benefactor
que te ha hundido en una vida sin esperanza.
Eres capaz de burlarte de toda corrupción humana,
disparas tu ingenio contra la lápida de costumbres arcaicas;
no eres mujer para ser desposada,
temes dañar al príncipe azul
mostrando que no existe cuento de hadas.
Exterminas sin pudor a todo ser vil y rastrero,
no hay escapátoria a tu mirada punitiva,
te atreves a burlarte de la inmoralidad reinante.
Reina que arrodillas a tus fieles suplicantes a tu siguiente paso,
imaginan que sufres pero acaso
¿serías tú sin tu dolor incomprendido?
No pides el rescate de un aventurero
pero te aprovecharas para huir inmaculando tu libertad.
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